domingo, 14 de diciembre de 2008

Carta al MJD-Chile

Queridos Amigos del MJD-Chile:

En primer lugar reciban un fraternal saludo en estos días en que esperamos el don más grande que Dios a preparado para nosotros; la presencia de su Hijo en la historia de la humanidad. Dios – Padre y ese misterioso Espíritu Santo son quienes disponen de todas las cosas y las encausan hacia la plenitud; nosotros, sus hijos, preparamos el corazón para recibirlo.

Los días 22 y 23 de noviembre del año en curso, un pequeño grupo de exintegrantes del MJD-Chile nos reunimos en el Colegio Carmela Romero MM. DD. para reflexionar sobre nuestra situación de laicos dominicos al interior de la Iglesia y la Familia Dominicana. Esto con motivo de cumplirse 10 años del denominado “Pentecostés Dominicano” y del Encuentro Continental de Jóvenes (1998).

En el transcurso de nuestra reunión fuimos constatando lo generoso que ha sido Dios en estos años, colmándonos de experiencias y bendiciones que han marcado cada una de nuestras existencias. De la misma manera celebramos el gran don de Dios que inspirara a Domingo de Guzmán para fundar tan variopinta Familia, rica en espiritualidad y en fervor por anunciar la Buena Nueva.

Nosotros nos sentimos parte de esa gran Familia Dominicana y compartimos con ella sus desafíos y rezamos a nuestro padre Domingo de Guzmán para que cumpla su promesa de interceder por nuestras necesidades.

Por otra parte, nos resulta grato recordar los enriquecedores momentos vividos en comunidad en el MJD-Chile; son innumerables las vivencias de oración, estudio y predicación que fueron configurando nuestra vocación de cristianos en el carisma dominicano.

Queridos hermanos y hermanas del MJD-Chile, el habernos reunido para reflexionar en estos días de noviembre nos ha ayudado para clarificar y encontrar fuerzas nuevas para renovar nuestro compromiso de ser predicadores y predicadoras de la Buena Noticia en medio de nuestro mundo. Creemos que podemos colaborar modesta pero efectivamente con nuestras experiencias y conocimientos adquiridos en estos años. Razón por la cual nos ponemos al servicio de ustedes y de toda la Familia Dominicana en lo que podamos colaborar por hacer que cada día nuevos hombres y mujeres abran su corazón al Reino de Dios.

Nos despedimos con un abrazo de hermanos acogidos en el manto protector de María del Rosario Madre de todos los predicadores y predicadoras.

Fraternalmente

Exintegrantes del MJD-Chile.


Fiesta de Cristo – Rey/ Concepción, 23 de noviembre de 2008.



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